Recientemente, en el condado de Rockland el Ejecutivo Ed Day y el representante del Congreso de los EE. UU., Mike Lawler, intentaron bloquear el esfuerzo del alcalde de Nueva York, Eric Adams, de reubicar a Orangeburg a 340 solicitantes de asilo examinados por el gobierno federal. Desafortunadamente, esto ha llevado a que circulen falsedades, tergiversaciones y estereotipos racistas y peligrosos como una forma de distraer a nuestra comunidad de una conversación real sobre crisis reales. En respuesta, el 9 de mayo, Proyecto Faro (PF) se reunió con individuos y representantes de 24 organizaciones del condado para expresar nuestras preocupaciones y hacer un llamado al condado de Rockland para que deje de difundir un lenguaje divisivo y, en cambio, colabore con organizaciones locales que trabajan directamente con inmigrantes para identificar e implementar medidas reales. Algunas soluciones de estas organizaciones no pueden adoptar una postura pública porque temen represalias en forma de recortes de fondos. 
Los inmigrantes contribuyen a las comunidades. No son cargas ni amenazas
Gran parte del discurso local reciente ha retratado a los inmigrantes como una carga para el condado de Rockland. Esta es una representación completamente inexacta. Aunque no son elegibles para recibir la mayoría de los beneficios públicos, los inmigrantes indocumentados pagan impuestos. En 2018, los inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos pagaron aproximadamente $20,100 millones en impuestos federales y $11,800 millones en impuestos estatales y locales combinados. En el estado de Nueva York, los inmigrantes aportan anualmente más de $1.4 mil millones en impuestos estatales y locales.1 La investigación muestra consistentemente que generalmente no aceptan trabajos de residentes nativos; más bien, hacen los muchos trabajos difíciles que las personas documentadas y los ciudadanos no quieren hacer por salarios muy bajos. Los inmigrantes también son un gran bloque de consumidores que contribuyen al comercio local. Las empresas con sede en Rockland han dependido en gran medida de la mano de obra inmigrante y se han enriquecido con ella durante décadas.
A los solicitantes de asilo se les ha llamado repetidamente “ilegales”, lo cual, además de ser un término que perpetúa la deshumanización, es falso. Solicitar asilo es un derecho humano y jurídico. Estos asilados han tenido evaluaciones de miedo creíble o entrevistas de mérito de asilo en la frontera. Algunos han expresado su preocupación por el hecho de que los asilados estén alojados cerca de una escuela. Sin embargo, este miedo se basa en un estereotipo incorrecto. Los inmigrantes tienen menos probabilidades de cometer delitos graves que los ciudadanos nativos. Las investigaciones muestran que las altas tasas de inmigración están asociadas con tasas más bajas de delitos violentos y delitos contra la propiedad, independientemente del estado de la documentación.2 Peor que las tergiversaciones es el uso de lenguaje racista por parte de Day y Lawler. Day declaró: “Dentro de ese cuadro de personas que vienen aquí, que no están investigadas, tenemos violadores de niños, tenemos criminales, tenemos MS-13”.3 Estos son estereotipos racistas de inmigrantes de color, que brindan combustible y cobertura para vigilantes intolerantes y los miembros de nuestra comunidad ya han experimentado ataques e intimidación derivados de esta retórica reciente. Los funcionarios electos tienen la responsabilidad de mantener seguros a todos los residentes y no sembrar más división.
Continuará la migración; Hagamos de Rockland un lugar acogedor
La inmigración ha aumentado constantemente durante años como resultado de factores de "empuje" como la inestabilidad política y económica y las crisis climáticas que obligan a las personas a abandonar sus países de origen. Las políticas efectivas nos permiten estar mejor equipados para una migración natural que ya está ocurriendo y abordarla con compasión y humanidad. Hay, sin duda, una enorme necesidad de recursos para apoyar a estos inmigrantes. Dado esto, el esfuerzo de Day para evitar que el condado reciba recursos a través de este programa financiado por la Ciudad de Nueva York es irracional y contraproducente. Debemos reconocer el beneficio de este programa y recibir con gratitud los fondos que NYC pone a disposición de los municipios fuera de los cinco condados, y trabajar juntos para acceder a los fondos necesarios adicionales.
El estado real de emergencia
Si bien estamos en un estado de emergencia, la verdadera emergencia no es la llamada amenaza de unos cientos de solicitantes de asilo examinados por el gobierno federal que vienen con fondos. La verdadera emergencia son los miles de inmigrantes en Rockland que están siendo explotados y sujetos al robo de salarios, que viven en hogares hacinados y peligrosos, que luchan contra la inseguridad alimentaria debido a los altos alquileres y los bajos salarios, y el fracaso aplastante del Distrito Escolar Central de East Ramapo, que sirve Estudiantes negros y marrones, la mayoría de los cuales son inmigrantes.
Nosotros, los abajo firmantes y los aliados que se reunieron con nosotros el 9 de mayo, todos queremos ayudar con las oleadas de recién llegados a Rockland. Colectivamente y en diálogo abierto, podemos proponer e implementar soluciones constructivas como comunidad, de acuerdo con los valores de nuestras diversas organizaciones. Con este fin, exigimos que nuestros funcionarios electos incluyan a todas las partes interesadas y organizaciones comunitarias para resolver problemas juntos de manera transparente. Exigimos que las organizaciones no sean objeto de represalias por tener opiniones diferentes, sino que sean vistas como socios necesarios. Además, si Lawler logra obtener fondos federales para apoyar a los inmigrantes de Rockland, exigimos que los grupos comunitarios dirigidos por inmigrantes y que trabajan con ellos se involucren en un proceso participativo de asignación de fondos, para que lleguen a las personas necesitadas con la menor cantidad posible de gastos generales. Exigimos que nuestros representantes electos se disculpen con los inmigrantes de Rockland por usar lenguaje y tropos ofensivos y peligrosos, que dejen de usar ese lenguaje y se comprometan a reparar el daño que han causado al trabajar para todos los que eligen hacer de Rockland su hogar.
Visualizamos un Rockland con abundantes viviendas asequibles, donde hemos erradicado la falta de vivienda y la inseguridad alimentaria, donde las personas indocumentadas tienen redes de seguridad como servicios sociales y seguro de desempleo, donde los inmigrantes tienen lugares de trabajo seguros con salarios justos y donde los estudiantes, independientemente de su raza, clase o estatus migratorio reciban una educación de calidad. Los inmigrantes seguirán eligiendo vivir en el condado de Rockland. Todos los municipios, empresas y residentes de Rockland tienen un interés personal en dar la bienvenida a los inmigrantes porque seguirán desempeñando un papel clave en nuestra fuerza laboral y en nuestra base impositiva y de consumo, además de enriquecer a nuestras comunidades social y culturalmente. La migración es natural, la inmigración es un derecho humano y todos los seres humanos merecen ser tratados con dignidad y respeto. La inmigración es un desafío internacional y cada comunidad debe contribuir a las soluciones.
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1 Neighbors’ Link citing The Institute on Taxation and Economic Policy, Social Security Administration, American Immigration Council, Institute on Taxation and Economic Policy.
2Neighbors’ Link citing American Immigration Council, Cato Institute
3Ed Day to radio host Rob Astorino on WABC-770 AM May 7, 2023
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